Como ocurre con los habitantes de la zona de arroyo El Colman, vecinos autoconvocados del Arroyo Urquiza expresaron su rechazo al intento de instalar otro megabasural, ahora en el establecimiento La Escondida, ubicado en ese lugar. Como en Tayretá, también se trata de una cantera de brosa, que se encuentra entre el Urquiza y el arroyo El Pelado, en el límite de los departamentos Colón y Uruguay.
Vecinos autoconvocados de la zona de Arroyo Urquiza advirtieron sobre la intención de instalar un nuevo volcadero, ahora dentro del establecimiento La Escondida, lo que rechazan. Alertan a la población y a las autoridades los peligros para la comunidad y el ambiente que representaría la concreción del emprendimiento.
Por eso, en comunicación con El Miércoles Digital, los manifestantes anunciaron que comenzarán con una campaña de divulgación acerca de lo que sucede respecto a este potencial megabasural que, como ocurre con el que se haría en Tayretá, recibiría residuos de las ciudades cercanas y es resistido por los vecinos del lugar.
Recalcan “la importancia capital del medio ambiente en la conformación de nuestras vidas y en el desarrollo de nuestras familias”. “Somos conscientes de que la existencia humana sólo es posible por los beneficios que tomamos de la Naturaleza, de sus tierras y de sus aguas. Los habitantes de este lugar somos provistos de alimento y desarrollo económico a sus expensas; lo sabe el agricultor, el ganadero, el avicultor y sobre todo el comerciante turístico. ¿Cómo, entonces, devolveríamos contaminación a cambio de tanta generosidad? ¿No sería repudiable dejar sin protección lo que hizo posible la historia de este lugar y de sus habitantes?”, interpelan los Vecinos Autoconvocados de Arroyo Urquiza, que expresan un enérgico “No al basural en La Escondida”.
El establecimiento La Escondida posee canteras de brosa, donde los moradores de la zona denuncian que se pretende llevar residuos sólidos urbanos de las localidades próximas. Está junto a los arroyos El Pelado y Urquiza, y a menos de dos kilómetros al este de la Ruta Nacional 14. “Toda esta zona es conocida por sus bellezas naturales y un cuidado equilibrio entre las explotaciones agrarias de la zona y el turismo”, relató Marcelo, un habitante del lugar.
Aseguran que se intenta ahora establecer basurales en las zonas de canteras y dentro de áreas del corredor del río Uruguay por la cercanía de las canteras a la Ruta 14 y los suelos calcáreos, que son preferibles a otros para la Secretaría de Ambiente Sustentable de la provincia, a pesar de su proximidad a napas y cursos de agua. “No toman en cuenta ningún otro aspecto porque a todas luces la presencia de basura de ciudades de miles y miles de habitantes en un área de tan delicado equilibrio sólo puede generar contaminación”, llaman la atención.
“Los pobladores se autoconvocan para defender estos dos arroyos y el ecosistema que ha generado uno de los lugares más bonitos de la provincia”, dice Marcelo, y que “chacras, avicultura, ganadería, montes silvestres y corredores verdes han mantenido un equilibrio que ofrece producción agraria, aguas potables, balnearios y paseos del que disfrutan miles de turistas anualmente”. Destacó la presencia de especies salvajes “que raramente pueden ser vistas en lugares alejados”. “La diversidad no es gratuita, tiene detrás una paciente aceptación entre las costumbres humanas y las posibilidades ofrecidas por la naturaleza”, asegura.
Quieren que la comunidad de la región los apoye y expresaron estar “alarmados por el riesgo de permitir el basural de una ciudad populosa dentro de un área especial como la descripta”. Los vecinos creen que “el tratamiento del que hablan estos señores no es otra cosa que un eufemismo para seguir arrojando basura dentro de un predio, sin reciclado ni tratamiento efectivo alguno”, afirmó Marcelo.
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